El Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP).

Del PGD al PGT-A.

El Diagnóstico Genético Preimplantacional nos permite detectar a los embriones que son portadores de enfermedades graves causadas por alteraciones genéticas y cromosómicas, antes de ser transferidos al útero, lo cual en caso de encontrar embriones que estén libres de estas alteraciones tanto cromosómicas como genéticas nos permite tener la posibilidad de que nazcan bebés libres de estas enfermedades. Existen variantes según el tipo de problema a detectar.

Hay muchos tipos de anomalías cromosómicas, pero podemos clasificarlas como numéricas o estructurales. Las anomalías numéricas tienen un cromosoma más o un cromosoma menos de lo que sería el par normal (23 pares de cromosomas), y las anomalías estructurales suceden cuando una parte de un cromosoma en particular falta, está de más, se ha pasado a otro o está invertida.

Se han utilizado muchos términos, PGS, PGD, DGP, CCS, para los estudios, pero a finales de 2017, las asociaciones de Reproducción Asistida más relevantes a nivel mundial consensuaron un nuevo glosario (The International Glossary on Infertility and Fertility Care, 2017) publicado en Fertility and Sterility, donde aparece un nuevo término que sustituye a los demás, y pretende ser más exacto: el Preimplantation Genetic Testing o PGT. Y para ser más concretos, se le añaden las iniciales del tipo de anomalía que describe, quedando así:

PGT-A (Preimplantation Genetic Testing for aneuploidy):
Equivaldría exactamente al antiguo PGS y sirve para detectar anomalías numéricas, que es lo mismo que aneuploidías. Su definición vendría a ser “Técnica de diagnóstico genético preimplantacional para detectar pérdidas o ganancias cromosómicas en los embriones”. Si tenemos 23 pares de cromosomas (22 más el par sexual: XX o XY), estas son las enfermedades donde el número está alterado. Por ejemplo, el Síndrome de Down, en el que en vez de tener dos cromosomas de cada, para el nº 21 hay tres (trisomía 21). Además de la trisomía 21, las aneuploidías cromosómicas más comunes en bebés nacidos vivos son: trisomía 18, trisomía 13, 45X (Síndrome de Turner), 47XXY (síndrome de Klinefelter), 47XYY y 47XXX.

PGT-SR (Preimplantation Genetic Testing for structural diseases):
Además de las anomalías numéricas, como comentábamos, hay anomalías estructurales. Esto significa que la estructura de alguno o varios cromosomas está alterada, es decir, anomalías causadas por la ruptura o la unión incorrecta de segmentos cromosómicos. Varias de las anomalías cromosómicas estructurales tienen como resultado una enfermedad. Existen muchos tipos de alteraciones estructurales: translocaciones, deleciones, duplicaciones, inserciones, anillaciones o inversiones.
PGT-M (Preimplantation Genetic Testing for monogenic diseases): Las monosomías son enfermedades hereditarias causadas por la mutación o alteración en la secuencia de ADN de un solo gen. Se dividen en tres tipos:

Enfermedad autosómica recesiva:
Para que la enfermedad se manifieste, se necesitan dos copias del gen mutado en el genoma de la persona afectada, cuyos padres normalmente no padecen la enfermedad, pero portan cada uno una sola copia del gen mutado, por lo que pueden transmitirlo a la descendencia. Se transmite por los cromosomas no sexuales. La probabilidad de tener un hijo afectado por una enfermedad autosómica recesiva entre dos personas portadoras de una sola copia del gen mutado (que no manifiestan la enfermedad) es de un 25%. Un ejemplo sería la Fibrosis Quística o la Anemia falciforme, atrofia muscular, etc.

Enfermedad autosómica dominante.
Sólo se necesita una copia mutada del gen para que la persona esté afectada por una enfermedad autosómica dominante. Normalmente uno de los dos progenitores de una persona afectada padece la enfermedad y estos progenitores tienen un 50% de probabilidad de transmitir el gen mutado a su descendencia, que padecerá la enfermedad. Ejemplos serían Enfermedad de Huntington o la Enfermedad de Marfan, Retinosis Pigmentaria.

Enfermedad ligada al cromosoma X.
El gen mutado se localiza en el cromosoma X. Estas enfermedades pueden transmitirse a su vez de forma dominante o recesiva. Por ejemplo, la Hemofilia A o el Síndrome de X frágil.

PGT-SR y PGT-M, en conjunto, equivaldrían al PGD.