Tras un ciclo de Fecundación In Vitro es frecuente que queden embriones excedentes de buena calidad. Con el fin de poder ser utilizados en ciclos posteriores o en una segunda gestación, éstos son conservados durante largos periodos de tiempo gracias a la técnica de Vitrificación de embriones.

¿En qué casos se vitrifican embriones?
Fundamentalmente se vitrifican aquellos embriones excedentes de buena calidad de un tratamiento de Fecundación In Vitro, es decir, aquellos que se encuentran en condiciones óptimas de desarrollo, y no han sido transferidos en el primer ciclo, pero igualmente tienen posibilidades de implantación. Se vitrifican para poder ser utilizados en un ciclo posterior sin necesidad de una nueva estimulación ovárica.

También se puede realizar la vitrificación de embriones si en el día de la transferencia el especialista en reproducción humana detectase alguna anomalía en el endometrio de la mujer que pudiera poner en riesgo la posibilidad de embarazo, siendo necesario posponer la transferencia.

¿Dónde y cuánto tiempo se mantienen?
Los embriones se almacenan en bancos de nitrógeno líquido a muy bajas temperaturas, pudiendo quedar almacenados varios años.

¿Cómo se realiza la vitrificación de embriones?
La vitrificación es una técnica que ofrece mejores resultados que el proceso de congelación convencional, ofreciendo mayor tasa de supervivencia en los embriones y mejor tasa de implantación.

A diferencia del método de congelación clásico, la vitrificación enfría las células de forma mucho más rápida y en un tiempo muy reducido. La técnica convencional congela a 0,3 ºC por minuto, mientras que la vitrificación enfría las células de manera ultrarrápida y a una velocidad de más de 15.000 ºC por minuto. Este enfriamiento evita la formación de cristales de hielo dentro de las células, reduciendo al mínimo el daño celular en comparación con otras técnicas.

Una vez vitrificados, los embriones se mantienen en nitrógeno líquido a una temperatura de -196º C durante un tiempo indefinido.